domingo, 23 de junio de 2019

Emotivas palabras de la Seño Mariela a sus alumnos de cuarto grado con motivo de la Promesa a la Bandera


Uno de los momentos de la infancia que recuerdo con mayor nitidez fue aquel frío día de junio en el que, junto con todos mis compañeros de cuarto grado, prometí lealtad a la bandera. Fue un instante muy especial.
Entiendo hoy, después de tantos años, que ese acto en el patio de la escuela fue como una bisagra en mi vida. Y es que, aunque fui una niña antes, durante y hasta mucho después de esa promesa, el significado que uno le da a ese compromiso te cambia para siempre.
  Digamos, para sintetizar que pase de ser una niña simple a ser una niña responsable.
  Y no es que haya dejado de hacer travesuras o de cometer infinidad de torpezas y desatinos, sino que, que a partir de entonces, ante cada error y cada mal comportamiento, que fueron muchísimos, sentía un especial remordimiento, algo que no me pasaba antes de ese “SI, PROMETO”.
¿Pero cómo no me iba a cambiar la vida un momento así? Si allí estaban todos, incluso mi hermano menor con sus compañeros de grado, y hasta ellos me miraban con el orgullo de tenerme en la familia; de tener a una de las que ese día juraban la bandera.
    Hoy son Uds. los que deben sentirse orgullosos de prometerle respeto, lealtad y honor a ella, nuestra bandera, les toca sentirse como yo en aquel momento.
  Jurar la bandera tiene un significado único, refleja el amor, la lealtad y fidelidad a la patria.
Esto chicos es una demostración de amor a nuestra enseña patria, un tributo a la memoria de quienes nos antecedieron en la vida y construyeron nuestro país, es muestra de adhesión a los valores que inspiran nuestra nacionalidad.
   Por eso a partir de hoy, son una parte importante de la historia, de nuestra historia y de la historia que nuestro país anhela seguir escribiendo día a día.
     QUEREMOS FELICITARLOS Y BRINDARLES ESTE ENORME APLAUSO...
  FELICITACIONES!!!!


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